Mi historia de vida

Dejando Senegal para buscar un futuro más próspero

Infancia y juventud en Senegal
El viaje a Europa y el desafío de la inmigración

En mi pueblo, el comercio era mi vida. Tenía mis tiendas y soñaba con expandir el negocio. Un día, el tío de la que sería mi mujer me propuso viajar a Europa para buscar nuevas oportunidades y fortalecer mi empresa en Senegal. En ese momento, pensé que sería una decisión estratégica para el futuro de mi familia y mi comunidad.

El 21 de febrero de 2001 llegué a España, aterrizando en Sevilla. Mi plan era claro: trabajar, ganar dinero y regresar pronto a casa. Sin embargo, la realidad fue muy distinta a lo que había imaginado. Conseguir trabajo no fue fácil y obtener los papeles fue un proceso largo y complicado. Durante años, trabajé en distintos sectores, desde la recogida de fruta en Huelva hasta la venta ambulante en Tenerife.

Pasé momentos difíciles, enfrentándome a la incertidumbre y a la dureza del trabajo sin papeles. Hubo días en los que pensé en rendirme, pero siempre me recordaba por qué había tomado este camino. Sabía que, con esfuerzo y paciencia, algún día lograría la estabilidad que tanto buscaba.

Finalmente, tras años de lucha, con la ayuda de buenas personas que encontré, logré regularizar mi situación en España. Fue un proceso largo, lleno de sacrificios, pero también de aprendizajes. Esta experiencia me enseñó la importancia de la perseverancia y de nunca perder de vista mis objetivos, por más difíciles que parezcan.

Nací en Gossas, Senegal, en 1970, en el seno de una familia modesta pero llena de valores y unión. Crecí rodeado de mis hermanos y de una comunidad que siempre se apoyaba mutuamente. Mis padres se aseguraron de que recibiéramos educación y nos enseñaron la importancia del esfuerzo y la perseverancia.

Desde pequeño, tuve inquietudes por el comercio. Observaba a los comerciantes de mi pueblo y me fascinaba cómo compraban y vendían mercancías, generando oportunidades para sus familias. Con el tiempo, decidí seguir ese camino. Tras completar mis estudios hasta el bachillerato, comencé a trabajar junto a mis hermanos, comprando y vendiendo productos. Gracias a nuestro esfuerzo, logramos abrir una tienda en Touba el 5 de mayo de 1995. Con el tiempo, el negocio creció y pude abrir otra tienda, que dejé a un primo para ayudar a que él también prosperara.

El comercio me permitió conocer a muchas personas y aprender sobre el valor de la comunidad y la solidaridad. A pesar de las dificultades, siempre encontré una forma de salir adelante, con la convicción de que el trabajo duro y la determinación son clave para construir un futuro mejor.

Construyendo un futuro en España

Los primeros años en España fueron duros. Sin papeles, sin estabilidad y con la presión de enviar dinero a mi familia en Senegal, tuve que buscar cualquier oportunidad para sobrevivir. Trabajé en el campo, en la construcción y en la venta ambulante, siempre con la esperanza de regularizar mi situación.

Después de cinco años de lucha, finalmente obtuve mis papeles. Ese momento marcó un antes y un después en mi vida. Conseguí trabajos más estables y pude empezar a planificar un futuro. Con esfuerzo y determinación, logré ahorrar lo suficiente para iniciar un negocio de exportación de materiales de segunda mano a Senegal, una idea que me permitió conectar mis dos mundos.

Durante más de una década, me dediqué a este negocio, enviando contenedores llenos de artículos reutilizables a Touba. Gracias a esta actividad, pude sostener a mi familia. Sin embargo, siempre tuve un sueño pendiente: regresar a mi tierra natal y construir algo duradero allí.

Ese sueño tomó forma con Terra Touba, un proyecto que no solo me permitirá volver a casa, sino también contribuir al desarrollo de mi comunidad a través del reciclaje y la sostenibilidad.